Por Noel Serrano
El reciente fallecimiento de nuestro querido hermano Joaquín Maldonado ha dejado un vacío profundo en nuestra familia y ampliado sus seres queridos. Él era un hombre de movimiento persistente para todas las cosas que estaban en la Voluntad de Dios. Era verdaderamente un hombre único de su tiempo e hizo un gran uso de todo el talento y la sabiduría que Dios le dio, para ser un canal de bendición e inspiración para los demás.
Joaquín Maldonado, Pastor de la Iglesia Monte Sinaí en Nueva York, recibió un Doctorado Honorario varios años. Estaba rodeado de su familia y amigos mientras miraba en la gran congregación en la ceremonia de graduación en la Universidad Cristiana en la Gran Iglesia Comisión en Patterson, Nueva Jersey. Joaquín, vestido con una túnica de color azul oscuro con mortero estudiante festivo parecía tenue y serena. Reflexionó en voz baja en el largo viaje que lo había llevado a este día. Pensó en los primeros días de su juventud en "La Sinagoga" Empezó como un joven con un trombón, luchando para mantenerse al día con los músicos de la popa y dedicados de la época. Pensó en la madre y tías Volitivo que siempre estaban aconsejando que él es el hombre que Dios quiere que se convierta. Su vida corrió rápidamente en su mente al pensar en sus luchas en el Ejército y el desarrollo de su querido grupo de "Sonidos de la Alegría" Su gran reto fue la dirección de la escuela dominical en la década de los 70. El joven creció en estatura y en el espíritu. Dios estaba claramente en su camino. Recordó el día que su abuelo, Lucas Maldonado falleció en Puerto Rico. Fue en ese entierro, rodeado de sus tías y familiares que se comprometió a poner en su abuelo "botas" y el "Hombre del movimiento" nunca dejó de luchar. Joaquín servido al Señor con toda su intensidad durante los primeros años sesenta y trabajó duro en el trabajo de la Coral "Ecos de la vida" como Subdirector. En los primeros años, se convirtió en una inspiración para su familia como él defendió un llamado de atención y comenzó a montar una reunión que continúa hasta el día de hoy. El difunto Rev. Abelardo Berrios comenzó a reconocer que este joven tenía un gran potencial para hacer el trabajo de Dios. Cuando Rev Berrios necesitaba representación musical, sabía que siempre podía depender de Joaquín. Joaquín Maldonado pronto se convirtió en un socio cercano a Rev Berrios. A medida que el año corrió por, Joaquín fue capaz de pasar por pruebas importantes y se empujó en muchas tormentas que han soplado lejos el mejor de los hombres, pero Joaquín ha perdurado y se mantuvo firme a causa de una profunda fe en Dios. Joaquín pasa muchas horas en oración y ama a Dios más que la vida. Él pone todo en manos de Dios y en la voluntad de Dios. Joaquín empezó a pensar en todo lo que Dios le ha dado, Él pensó en su amada, esposa fiel y dedicado Clarita, que estaba ahora le sonreía con una sonrisa se llenaron de lágrimas los ojos llenos de amor. Pensó en todos sus hijos que ahora tienen sus propios hijos. Joaquín marchó por el largo pasillo de recibir este gran honor que Dios le había permitido recibir y humildemente bajó la cabeza y agradeció a Dios por todas sus bendiciones.
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